Una mañana de Marzo, llega a fundación Choyün una mujer muy entusiasmada; se trataba de la hija de doña Nazarena, ella se acercó a nosotros con el ímpetu de apoyo, pues su madre de 76 años tiene en lo profundo de su corazón un gran desafío por cumplir.

Hoy una madrina a llegado abrazando esta ferviente necesidad; hoy conectamos dos fuerzas, dos energías, dos convicciones en una sola dirección, la dirección de ser mejores personas.

Gracias madrina por darnos la dicha de contribuir al cumplimiento de este sueño.

«El agradecimiento es la memoria del corazón» Lao-Tsé